miércoles, 20 de mayo de 2009

El problema de nuestro tiempo es que el futuro ya no es lo que era

El cambio climático afectará negativamente en la salud de las personas y si no se generan políticas constituirá un problema central de salud pública, en un mundo en donde lamentablemente 10 millones de niños mueren cada año, 800 millones de personas se van a dormir con hambre cada noche y 1500 millones de personas no tienen acceso a agua potable.
Pero según opinaron los científicos de la Universidad de Londres, en un trabajo publicado en mayo en la revista Lancet, las cosas pueden ir siempre peor. La poesía de Paul Valery se refleja en la opinión de los científicos.
La temperatura del planeta está en paulatino ascenso, afectará en forma directamente proporcional a la salud y el golpe de calor y el agravamiento de enfermedades respiratorias y cardiovasculares serán frecuentes complicaciones atendidas en hospitales. También las infecciones transmitidas por insectos se verán facilitadas y según proyecciones alrededor de 260-320 millones de personas tendrán malaria en el año 2080. La prevalencia de dengue, infección por hantavirus y encefalitis también se incrementará al ritmo de la fiebre climática.
En el medio ambiente se generarán inundaciones que producirán un mayor número de enfermedades parasitarias y habrá menor disponibilidad de alimentos por lo que serán más frecuentes de observar casos de desnutrición en la población.
El impacto que tendrá el calentamiento global en la salud según dicen los expertos, en un mensaje casi apocalíptico, afectará con mayor dureza a las clases socioeconómicas bajas y profundizará la inequidad social. Los más afectados serán aquellos que tienen menores accesos a recursos y contribuyeron menos a que se desencadene esta situación.
El cambio climático es la mayor amenaza global en el siglo 21 y requiere de un abordaje inmediato multidisciplinario y multisectorial que logre coordinar la tarea de gobiernos, agencias, organizaciones no gubernamentales y unidades académicas. Si no se logra, es evidente que la realidad superará a la ficción.