martes, 24 de abril de 2012

La historia de las cosas



Santo Dios Steve Jobs, perdonamé.

Pájaros de Chernóbil: radiación y cerebros pequeños


Bitacora Suite.101: Artículos de otro espacio y tiempo para un mundo curvo y circular.
 
Aves post nucleares, prisioneras de fugas radioactivas. Con cerebros más chicos lamentablemente afrontan el día a día. Científicos lo afirmaron en la revista PloS one para ellos por el momento ninguna duda existiría. Por eso, si es que cerca de la República de Ucrania ve algún pájaro que no del todo bien coordina, no dude en recomendarle cuanto antes una consulta por neurología.

Anders Pape Møller, investigador de la universidad francesa de Paris-Sud, de su asombro no salía, mientras la cabeza de 550 ejemplares -pertenecientes a 48 especies diferentes, vecinas de Chernóbil- a mediados del año 2010 pacientemente medía. Entre ellas, algunas asustadas golondrinas que serias consecuencias temían.
 Intuían que con un cerebro más pequeño ya no existía verano. Recordaban lo ocurrido a una que había migrado, en una primavera desde el sur del continente africano. Le había costado muchísimo llegar a destino, largo tiempo después que el resto de su colonia. “Se me cayeron las alas”, desconsolada repetía. Pero ahora, todas están más que seguras que fue por obra y gracia de una falla en la neurología.

 Liberación de radiación, problemas en el cerebro

Møller les explicaba como podía. Una tremenda explosión en una central nuclear, la liberación catastrófica de materiales radiactivos a la atmósfera, pérdidas de numerosos seres vivos y pueblos devenidos fantasmas. También les comentó que luego del desastre comenzó a reinar un desequilibrio entre oxidantes y algunos compuestos protectores antioxidantes cerebrales, entre ellos uno en particular denominado glutatión. Un cerebro con pobres reservas de glutatión tenía más problemas en completar su desarrollo y menos adversidades finalmente resistía.

Pero las golondrinas no entendían de radicales libres, ni mucho menos de lecciones de radiobiología. Tampoco de semejante descalabro en su economía. Acostumbradas a largos vuelos de varias semanas de duración, y con grandes gastos energéticos, hubieran dado sus músculos, el tubo digestivo y hasta una porción de su hígado antes de tener que sacrificar una neurona debido a un déficit de energía.

Accidente de Chernóbil: poco glutatión

Møller les dijo que por el momento era todo lo que sabía. Para él, nuevos estudios luego aclararían los alcances de dicha alteración en la fisiología. Pero no tenía dudas, que para las aves de Chernóbil desde 1986 el dosímetro también regía. “A mayor concentración de partículas radioactivas, menor tamaño del cerebro”, convencido repetía. Explosión, radioactividad, compuestos oxidantes, nada de glutatión, cerebro pequeño y consultas a neurología. Momento oportuno para el fin de esta encontrada y triste letanía.

Imagen: Flickr-Carl Montgomery

domingo, 22 de abril de 2012

Mendeléiev


El galpón de los elementos químicos ya no luce desodenado
Dimitri Mendeléiev, como si nada, a todos los ha acomodado
Según peso atómico, en una tabla periódica de los elementos
Galio, germanio y escandio llegaron luego en un buen momento

domingo, 15 de abril de 2012

El colesterol, un blanco para nuevos medicamentos antivirales



Bitacora Suite.101: Artículos de otro espacio y tiempo para un mundo curvo y circular.

La reducción del nivel de colesterol, presente en las células de los seres humanos, constituye un mecanismo de acción promisorio para el desarrollo de nuevos medicamentos destinados a contrarrestar la acción de virus tales como por ejemplo los de la inmunodeficiencia humana (VIH) y las hepatitis B y C.

Una barrera celular contra las infecciones virales


Un grupo de científicos liderados por Nicole Zitzmann, investigadora del Departamento de Bioquímica de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, pudo documentar el efecto antiviral en un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Allí, por medio de estudios realizados en cultivos de células, y gracias al tratamiento de las mismas con algunos agentes conocidos como liposomas, detectaron una pérdida de la capacidad de los microorganismos para infectarlas, además de una disminución en la liberación de sus nóveles descendientes desde el interior celular luego de su multiplicación.

Un ciclo viral menos efectivo

El colesterol constituye una molécula vital en las diferentes fases del ciclo reproductivo de un virus. El VIH presenta una especie de envoltura constituida por ese componente que le permite fusionarse con el colesterol de la membrana que rodea a la célula, para luego traspasarla. Zitzmann logró disminuir las concentraciones de colesterol en algunas células blanco, como por ejemplo los linfocitos, y las cosas para el virus del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) se complicaron. No fue ya tan sencillo su ingreso, debido a la presencia de una membrana más repelente.

Tampoco las concentraciones intracelulares del lípido eran las de los viejos tiempos, por lo que fue más difícil para el virus que se animó a atravesarla poder multiplicarse y generar partículas con coberturas que contengan una adecuada cantidad de colesterol. Muchas de ellas -destinadas a reiniciar el ciclo en otra célula- quedaron directamente retenidas en el interior. Los científicos, al menos en el laboratorio, minaron el potencial para generar infección que frecuentemente ostenta el VIH. Los virus responsables de la hepatitis B y C corrieron similar suerte al intentar utilizar la maquinaria de las células del hígado

Liposoma, la promesa de un futuro tratamiento complementario

Lo observado no fue debido a generación espontánea, sino producto del empleo de los comentados liposomas. Constituyen vesículas que se utilizan desde hace tiempo en medicina con la finalidad de transportar sustancias al interior celular, tales como por ejemplo fármacos. De esa manera potencian la eficacia y reducen los efectos adversos de algunos tratamientos. Pero en esta oportunidad los liposomas no debieron recurrir a ningún pasajero, por sí solos fueron efectivos contra los invasores. ¿Cómo lo lograron?

La respuesta al interrogante, como muchas cosas en ciencia, no ha sido aún del todo enunciada. Pero los científicos creen que las paredes de las vesículas están constituidas por una cantidad importante de ácidos grasos. Al ingresar, dichas moléculas activan el funcionamiento de una enzima conocida como esfingomielinasa que finalmente se encarga de reducir el colesterol de la membrana. Tampoco descartan una competencia directa con los transportadores de colesterol por los puntos de ingreso a la célula. Nuevos estudios servirán para dilucidar el efecto.

Zitzmann espera que dicho hallazgo, luego de un recorrido por las diversas fases de investigación, logre ser de utilidad en las personas y permita complementar las terapias que ya millones reciben diariamente en distintas partes del mundo.

sábado, 14 de abril de 2012

La combustión: luz, flogisto y Lavoisier



Fuego primitivo, regalo fortuito de rayos primero, luego un mero producto del golpeteo premeditado de dos rocas. Hace ya 400.000 años los seres humanos aprendieron no solo a convivir con él, sino también a domesticarlo. Calor, protección frente a numerosos animales, luz en la oscuridad, utilidad en la fabricación de herramientas y cocción de alimentos. Sus llamas constituyeron quizás el primer gran salto de calidad tecnológico.

El fuego siempre estuvo rodeado de un halo de magia. Robado al Dios Zeus por el titán Prometeo, siempre invitado milenario durante cada Noche de San Juan en los solsticios de verano. También barnizado con una mano de metafísica gracias al etéreo flogisto.

El invisible flogisto, una sustancia inasible, un verdadero comodín. Durante mediados del siglo XVII servía para explicar el ABC de la combustión. Según sus adoradores, a mayor cantidad de dicho ente, mejor capacidad combustible. Tal es así que cuando se acababa y disipaba en el aire significaba el fin de la carrera para las llamas votivas.

Es cierto que en lugares como Francia los días caminaban tranquilamente con el flogisto. El carbón era para todos una madera deflogistizada y los metales fuentes de residuos de cal luego de ser expuestos al fuego. Pero siempre existe la posibilidad de que se introduzca una piedra en el zapato para complicar un poco las cosas. Nadie podía por esos tiempos explicar por qué los metales al perder el flogisto pasaban a tener mayor peso. Ocurre que no tenía ninguna lógica, mucho menos consistencia la explicación de los flogisticistas. Para ellos el flogisto tenía peso negativo y la vida continuaba.

Pero la piedra en el zapato se volvió una molestia intolerable para Antoine Lavoisier. Abogado devenido en químico, padre de la química moderna para algunos. En 1773 por medio de experimentos con balanzas comenzó a jubilar al flogisto. Instaló el concepto de que en química todo debía ser medido. No hizo otra cosa que sentar las bases de una química cuantitativa. Nada de peso negativo, los residuos de metales calcinados pesaban más y absorbían algo que rondaba en el aire. A ese algo luego lo llamó oxígeno.

Imagen: El Bibliomata-Flickr

viernes, 13 de abril de 2012

Elton John: Rocket Man

La ruta de la metanfetamina



Rápido y furioso es el paso de la metanfetamina. Si no lo creen lean este artículo colaboración en diario Siglo XXI. Nos vemos

Crean mosquitos resistentes al virus del dengue



Bitacora Suite.101: Artículos de otro espacio y tiempo para un mundo curvo y circular.


El dengue es un problema de salud pública extendido en numerosos países del planeta Tierra. Prueba de ello son los 50 millones de casos que se registran anualmente en la población del mundo, según los datos estadísticos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las autoridades sanitarias de diversos países se encargaron en los últimos años de recomendar, en forma enfática y por todos los medios de comunicación masiva, las simples y efectivas medidas preventivas destinadas a combatir al mosquito transmisor responsable de la enfermedad en humanos. Pero quizás en un futuro podrán contar también con algunas otras opciones: una bacteria denominada Wolbachia según recientes hallazgos científicos fue útil para dotar a los mosquitos Aedes aegypti con una saludable resistencia frente al virus responsable del dengue.

Genes y resistencia

El investigador Guowu Bian lideró un grupo de científicos del departamento de entomología y genética de la Universidad de Michigan, en los Estados Unidos. Ellos ya conocían -gracias a trabajos anteriores de otros expertos- que el valerse de la capacidad de Wolbachia para infectar a los mosquitos hace factible introducir en ellos genes que posteriormente los convierten en resistentes al dengue. Pero como bien se sabe, los buenos científicos son fanáticos de las cosas sencillas. Entonces surgió una pregunta: ¿Podía Wolbachia prescindir de genes y por si sola frenar la infección? La respuesta fue publicada en el último número de la revista PLOS Pathogens.

Insectos saludables

Wolbachia no se dedica habitualmente a infectar mosquitos en la naturaleza, ni en los laboratorios. Por lo tanto, el primer arduo trabajo realizado por los científicos consistió en transmitirles la bacteria. La segunda misión imposible fue detectar rastros del virus del dengue en el intestino, tórax y glándulas salivales de algunos insectos expuestos a sangre contaminada. Sólo pudieron encontrar la inocua Wolbachia.

Bian cree que gracias a la infección provocada con dichas bacterias, los mosquitos potenciaron su propia capacidad inmune. Pero debido a que el virus del dengue necesita imperiosamente de toda la maquinaria metabólica de su alado anfitrión para lograr su multiplicación, tampoco descartan que una modificación en dicho andamiaje o incluso una competencia directa con la tenaz bacteria sea responsable del beneficioso efecto observado.

Nuevos estudios se requieren para dar cuenta de dicha interacción. Lo concreto es que pasados los 14 días de la infección con Wolbachia, al menos el 37% de los mosquitos de laboratorio no contaban en su interior con la presencia del virus. Los que no portaron la bacteria se infectaron en un 100%.

Reemplazo de mosquitos

La OMS afirmó que el 40% de la población mundial corre riesgo de contraer dengue. El adecuado control de los mosquitos es una estrategia crucial para hacer frente a la instalada epidemia. Es por ello que los sanitaristas recomiendan por ejemplo librar una batalla denodada contra los reservorios de agua, a los que catalogan como verdaderos criaderos de mosquitos. Otros además consideran viable en un futuro, el reemplazo de la población de mosquitos susceptibles al virus por otras mucho más resistentes. No existen por el momento vacunas preventivas, ni un tratamiento específico contra el dengue. Quizás Wolbachia también pueda prestar ayuda.

jueves, 12 de abril de 2012

Silencio, urracas trabajando




Si no quiere molestar a los ecosistemas por favor guarde el mayor silencio posible. Nada de música estridente, ni mucho menos caños de escape envalentonados. El ruido es una de las principales causas de contaminación ambiental y en el estado norteamericano de Nueva México algunos animales lo tienen bien en claro. Si no pregúntele por favor a una aturdida urraca: la contaminación acústica no le permite cumplir con la digna tarea de dispersar semillas de un tipo de pino denominado Pinus edulis

Parece que a Aphelocoma californica - el ave en cuestión- la tiene a maltraer el barullo de algunos compresores ubicados al costado de pozos de extracción de gas natural, presentes en el hábitat de Rattlesnake Canyon. Clinton D. Francis, científico de la Fundación Nacional de Ciencia de los Estados Unidos, vio como los pájaros brillaban por su ausencia en zonas densamente pobladas por pozos gasíferos.

Para las urracas no hay nada mejor que trabajar en silencio.Y el parate se nota. Francis lideró un grupo de investigadores. Gracias a un experimento, realizado en medio de la naturaleza entre 2007 y 2010, pudieron determinar que en las zonas ruidosas había un número cuatro veces menor de plantines de pino que en zonas silenciosas. Publicaron recientemente lo comentado en la revista científica Proceedings of the Royal Society B.

Las semillas de Pinus edulis son pesadas y no son del viento. Necesitan de la ayuda de ciertos animales para dispersarse y ser planta. Algunas ardillas, conejos y ratones al pino le dan una mano, pero se ve que la citada urraca lleva la voz cantante. Shh!, silencio. Parece que ahí viene una.

Imagen: docentjoyce-Flickr

martes, 10 de abril de 2012

Nuevos artículos de divulgación científica





Otra vez en IndagandoTV y en Diario Siglo XXI. De la Misión Espacial Génesis, al estudio del cerebro por medio de la resonancia magnética funcional.

lunes, 2 de abril de 2012

Científicos en la Antártida

Vida no saludable, pacientes diabéticos en China



Bitacora Suite.101: Artículos de otro espacio y tiempo para un mundo curvo y circular.

En un país en donde un filósofo con arraigo en la tradición llamado Confucio se encargó de dejar en claro, hace ya más de 2500 años, las bondades del ejercicio físico, y en el que además se producen millones de toneladas anuales de arroz y soja, una enfermedad prevenible y muy conocida en Occidente se convierte en amenaza. Las paradojas a veces desorientan y en la República Popular China también enferman. Según las conclusiones de los científicos, la ahora cosmopolita diabetes constituye uno de los principales problemas de salud pública en ese territorio.

Diabetes en China, peor de lo que se suponía


Para el investigador Wenying Yang y sus colegas integrantes del Grupo de Estudio de Diabetes y Trastornos Metabólicos en China, los más de 9 millones de kilómetros cuadrados de extensión del país no fueron ningún obstáculo. En 14 provincias chinas durante el periodo comprendido entre los años 2007 y 2008 estudiaron, por medio de cuestionarios acerca de factores de riesgo personal y familiar para algunas enfermedades, exámenes físicos y análisis de laboratorios, a 46.239 voluntarios de ambos sexos y con edades iguales o mayores a 20 años.

Los resultados de esta muestra representativa del total de la población fueron publicados a fines de marzo del corriente año en la revista médica New England Journal of Medicine (NEJM). Encendieron una luz roja: el 9,7% de la población adulta de China padece diabetes. Traducido, casi uno de cada 10 personas sufre la enfermedad. Sorprendidos, los investigadores corrieron a ver qué decían estadísticas previas.

Debido a diferentes criterios utilizados, por ejemplo para definir diabetes, los estudios anteriores no son totalmente comparables con el artículo publicado en NEJM. De todos modos el 2,5% registrado en 1994 o el 5% del 2001 no hacen otra cosa que reflejar porcentajes de enfermos diabéticos en vertiginoso aumento. ¿Pero a qué se debe dicho fenómeno?

Poco ejercicio físico, mala alimentación


Con buen tino, los científicos manifestaron que su artículo no puede responder en forma holgada a la pregunta y abogaron por nuevas investigaciones. Pero se permitieron hacer algunas especulaciones. Para ellos, un combo, constituido por una mayor longevidad de la población, un bajo nivel socioeconómico, una mayor urbanización, cambios en los patrones nutricionales, disminución en los niveles de actividad física y sobrepeso, estaría detrás de los números rojos. Nuevos estudios servirán para dilucidar la magnitud de las contribuciones individuales de cada uno de los ingredientes vinculados a la epidemia de diabetes en China.

Al igual que las reflexiones de Confucio, la diabetes tiene su antigüedad y la sola aparición en viejos papiros egipcios así lo acredita. Su despegue en Occidente vino estimulado por la adopción de estilos de vida pocos saludables. Lejos de extinguirse, sólo en los Estados Unidos se diagnostican anualmente 1,6 millones de casos nuevos en personas mayores de 20 años. El sedentarismo y las dietas no recomendables, desde hace unos pocos años parecen haberse puesto de moda también en Oriente. Alguna vez Confucio dijo que se debía estudiar el pasado si se quería pronosticar el futuro, los investigadores chinos en tanto se limitaron a activar señales de alarma en la salud de la población.

Medicamentos: pocos ancianos en algunos ensayos clínicos



La población anciana es el segmento que más creció en cuanto a número en las estadísticas de los países occidentales. Las personas de 65 años o más representaban en el año 2000 el 14 por ciento de la población de esas naciones, pero se cree que para 2050 constituirán aproximadamente el 26 por ciento. Un sujeto añoso, en comparación con algún integrante de cualquier otro grupo etáreo de la población, tiene mayores posibilidades de padecer alguna enfermedad crónica y por ende recibir un medicamento para su control. Según un grupo de científicos, el problema surge en que son tenidos en cuenta en los mostradores de farmacias, pero no en ensayos clínicos que determinan la seguridad y la eficacia de algunos tratamientos que emplean.

Philippe Ravaud es investigador del Centro de Epidemiología Clínica de Paris, en Francia. Con un grupo de científicos se tomó el trabajo de comparar lo que ocurría con algunos medicamentos en el ámbito de la investigación clínica y la práctica medica diaria. Seleccionó cuatro fármacos de uso frecuente: valsartan, indicado habitualmente en pacientes con hipertensión arterial, el antidiabético pioglitazona, también un medicamento útil en la prevención de la osteoporosis denominado risedronato y por último rosuvastatina, un conocido compuesto dirigido a mantener el colesterol dentro de los valores normales.

Los investigadores analizaron una extensa base de datos sanitarios que incluye aproximadamente al 86 por ciento de la población total de Francia. También consultaron a Medline, una conocida fuente con información acerca de estudios clínicos en el ámbito de la medicina. De 155 artículos extraídos de dicha fuente solo 3 habían sido exclusivamente realizados en ancianos. El resto de los trabajos contaba con proporciones bajas de pacientes añosos incluidos. Algo que no ocurre en la práctica médica diaria, en donde las prescripciones de algunos de los cuatro fármacos mencionados hasta duplican la proporción de pacientes mayores de 65 años ingresados en los estudios.

En las conclusiones de un artículo, publicado recientemente en la revista PLoS one, los científicos afirmaron que los ancianos se encuentran pobremente representados en los estudios clínicos seleccionados. Un bajo enrolamiento de estos pacientes no hace otra cosa que condenar al médico en su ejercicio diario a la extrapolación de datos obtenidos en muestras de pacientes más jóvenes, generalmente sin otras enfermedades asociadas y casi nunca polimedicados. Una práctica bastante común en donde reacciones adversas a medicamentos que habían demostrado ser seguros en sujetos jóvenes, o interacciones peligrosas entre dos o más fármacos utilizados, pueden hacerse presentes.

La fisiología de una persona mayor, así como su desempeño frente a un medicamento, no es extrapolable a un sujeto más joven. Algunas instituciones, como por ejemplo la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), lo tienen bien claro. Pero a pesar de algunas recomendaciones -emitidas a laboratorios farmacéuticos y otras entidades- varios expertos coinciden en que abundan en revistas médicas de primera línea artículos con criterios de exclusión injustificados. Al restringir el ingreso según edad, o presencia de otras enfermedades, atentan contra una adecuada representatividad de los ancianos.

Las estadísticas afirman entre otras cosas que en Europa el número de ancianos se duplicará en el transcurso de los próximos cincuenta años. Muchos de ellos necesitarán medicamentos para alguna afección crónica. Ravaud considera vital la implementación de medidas regulatorias, destinadas a lograr una adecuada participación de los mayores de 65 años en los ensayos clínicos.

Imagen: Flickr-Xornalcerto