El
bazo es un órgano que hace las veces de reservorio de sangre y está situado en
la cavidad abdominal de los seres humanos. Cumple con funciones importantes
tales como la destrucción de glóbulos rojos obsoletos y la defensa inmune
frente algunos gérmenes específicos. Situaciones como traumatismos,
enfermedades de la sangre o malformaciones congénitas pueden desembocar en una
inevitable y salvadora extirpación quirúrgica -esplenectomía- o bien en una alteración en su funcionamiento. Sin el bazo, o con asplenia, la vida continúa.
William Schaffner, médico de la universidad norteamericana de Vanderbilt, publicó
una revisión del tema en el último número de la revista médica New England Journal of Medicine (NEJM). Aquí
cinco recomendaciones para aquellas personas que pasan por tal situación:
1)Solicite a un médico que le indique vacunas contra ciertos gérmenes.
Existen algunas bacterias tales como el Streptococcus
pneumoniae, Haemophilus influenzae
tipo b (Hib) y la Neisseria
meningitidis que
habitualmente en el bazo la pasan mal. Vehiculizadas por la sangre no logran
sortear el operativo cerrojo propuesto por este órgano y suelen sucumbir ante
la respuesta inmunitaria desencadenada por anticuerpos. En situaciones de
asplenia se debe recurrir a vacunas si se quieren evitar neumonías, meningitis
o infecciones generalizadas. También está indicada anualmente la vacunación antigripal,
dado que el virus Influenza puede predisponer a la aparición de infecciones
bacterianas por Staphylococcus aureus.
2) Siempre que presente fiebre consulte precozmente al médico y avise que tiene asplenia.
No se deje estar. El aumento de
la temperatura puede ser un indicador de alguna infección bacteriana subyacente.
Son numerosos los estudios científicos que dejan en claro que el inicio
temprano de antibióticos mejora el pronóstico y evolución de diversas enfermedades
generadas por bacterias.
3) Pida algunas pautas de manejo inicial en caso de que no pueda llegar de manera rápida a una consulta médica.
Ante un cuadro febril en un
paciente asplénico lo recomendable es que reciba atención médica dentro de las
dos horas de iniciado el cuadro. Algo no siempre factible. En dicha situación contar
con algún antibiótico prescripto previamente para tal fin por un médico puede
ser de utilidad. Permite un inicio temprano de la antibioticoterapia, pero de ningún
modo suplanta la consulta posterior al facultativo.
4) No minimice episodios como mordeduras de perros o picaduras de garrapatas.
Los animales citados pueden ser
transmisores de bacterias que potencialmente generan complicaciones severas. El
tratamiento antimicrobiano profiláctico minimiza los riesgos en pacientes que
no cuentan con el bazo.
5) Discuta con su médico las ventajas y desventajas de emplear antibióticos de manera preventiva.
Según la información aportada por
NEJM, niños con asplenia menores de 5 años, pero también aquellas personas que
-independientemente de la edad- se encuentran dentro de los 2 años posteriores a una esplenectomía o sufrieron
complicaciones graves, como infecciones generalizadas, pueden beneficiarse con
la puesta en marcha de una profilaxis antibiótica. Las decisiones deben ser individualizadas
y el asesoramiento de un profesional aquí es vital.
A pesar de la asplenia la vida sigue. Con
menos complicaciones médicas, más tranquila y previsible si se tienen en cuenta
las recomendaciones brindadas por Schaffner.
Imagen: Rob Swatski-Flickr
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